Viajar hacia la segunda mitad
¿Y si?
El viaje de mi vida
tomar una temporada sabática
mudarse a prueba
Encaminarse
Preparada para la segunda mitad
Experiencias de la primera guardadas
*Adoro las lenguas. Así que escribo yo misma.
Una máquina siempre será una máquina.*
preguntando
me encamino(:
contestando
vivencias, experiencias, rutas, detalles … todo en el Blog (:
Quería saber estas dos cosas pasando mi año sabático:
¿Voy a seguir, y esto con todo la alegría que hay, mi trabajo hasta jubilarme? ¿Para que llegue sana, contenta y más de todo feliz?
Y – por si acaso – no – ¿de qué iba a ganarme la vida?
¿Cómo viajar? – En el verano del 2021 esta pregunta ya no era una pregunta.
Pero si hoy en día me presentaran la misma pregunta más opciones – haría lo mismo.
Estoy en camino desde hace dos años y pico...
No como lo había planeado hasta el invierno del 2020 cruzando los océanos.
Mi viaje me ha llevado a una casa de madera a las orrilas de un río.
De camino logré aumentar mi presupuesto. Uno de varios milagros que pasaron – o mejor dicho – que encontré.
… mucho más que las dos respuestas encontré en mi viaje más largo hasta ahora – tiempo que pasé muy diferente de lo usual. Tengo mucho roce con esto de los viajes de mochilera hace más de 20 años. Entonces el mundo estaba detrás todavía, teniendo veinte y pico y media vida veía desde muy lejos.
Pues ahora estoy al comienzo, después de los primeros pasos, muchos cambios, pequeños y unos grandes. Para la segunda mitad sigo viajando por ideas y perspectivas.
La impaciencia y la incertidumbre por ya tienen compañía de confianza en este camino igual que en mí. Han llegado a ser unos compañeros leales y simplemente son parte de todo esto.
La llegada a una rutina diaria nueva.
Extraordinaria de muchas maneras y
tierra firma bajo de los pies mirando el camino futuro.
De mudanza a la segunda mitad
Ordenar, embalar, depejar.
Recoger todo y adelante.
Puede volverse no muy cómodo.
Y crea sitio. Alivia.
Estar listo para despegar.
Desembalar.
Están esperando bastante sorpresas.